Zelenski prepara la renovación de la cúpula política y militar, incluido el jefe del ejército | Internacional

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, confirmó este domingo que son ciertas las informaciones de la última semana sobre el posible relevo del comandante en jefe de sus Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni. Zelenski explicó en una entrevista con la televisión italiana RAI que el país necesita la “renovación de las personas que supuestamente deben liderar Ucrania”.

Preguntado sobre el posible cese de Zaluzhni, el presidente ucranio respondió por primera vez sin tapujos: “Cuando hablamos de esto, hablamos de una rotación de una serie de líderes del Estado, no solo en un sector, como el militar. Pienso en este relevo [refiriéndose al jefe del ejército], pero no se puede decir que solo vaya a ser relevada una persona”.

El diario Pravda asegura este lunes que además de sustituciones en el Gobierno, el jefe del Estado Mayor, Serhii Shaptala, también será relevado. Los cambios, según este rotativo, podrían hacerse oficiales esta semana.

Zaluzhni, habitualmente poco activo en las redes sociales, ha publicado dos mensajes en los últimos días en los que ha querido subrayar su amistad con Shaptala. El 29 de enero hubo una reunión entre Zaluzhni y el presidente en el que este le pidió la dimisión, según informaron múltiples fuentes políticas y periodísticas. El general no aceptó la propuesta y por la noche publicó una fotografía junto a Shatpala que se interpretó como una señal de que el estamento militar se mantenía unido ante el poder político. Zaluzhni ha vuelto a publicar una foto este lunes junto a Shaptala para felicitarle el aniversario: “Va a ser todavía difícil para nosotros, pero sin duda no tenemos nada de lo que avergonzarnos. Estoy contento de que en esta vida y en esta guerra estuvieras a mi lado, una persona para la que Ucrania está por encima de todo”.

Zelenski también mencionó en la RAI, aunque implícitamente, las diferencias que ha mantenido con Zaluzhni por el discurso del general sobre la situación en el frente, más pesimista sobre las posibilidades de recuperar el territorio: “Si queremos ganar, todo el mundo tiene que empujar en el mismo sentido, convencidos de la victoria, no podemos perder la esperanza, no podemos rendirnos, tenemos el derecho a tener energía positiva”, afirmó a la cadena italiana. “Por eso hablo de un reinicio, de una sustitución, pero algo serio, que no implica solo a una persona”.

El intento del 29 de enero de hacer dimitir a Zaluzhni provocó una tormenta política en Ucrania contra Zelenski. El general es un héroe para la población, la única personalidad del país que puede rivalizar en popularidad con el presidente. Las diferencias de poder y estratégicas entre ambos llevan meses protagonizando titulares de prensa. El Instituto Internacional de Sociología de Kiev publicó el pasado diciembre un estudio demoscópico en el que un 72% de los encuestados desaprobaban un posible relevo de Zaluzhni.

El medio Censor net, considerado próximo al jefe del ejército, aseguró que la decisión de destituirle también fue frenada tras las consultas que el equipo de Zelenski realizó entre los Gobiernos de sus principales aliados internacionales.

The Washington Post informó el 2 de febrero de que la presidencia ucrania había notificado a la Casa Blanca los planes de despedir a Zaluzhni. Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, dijo el 4 de febrero que Estados Unidos respetaría cualquier decisión que tomara Zelenski sobre su jefe del Ejército.

La destitución de Zaluzhni junto a otros relevos importantes también permitiría a Zelenski reducir la sensación en la opinión pública de que la decisión es un ajuste de cuentas con el comandante en jefe. Las discrepancias entre ambos han ido a más, sobre todo tras la fracasada contraofensiva ucrania del pasado verano y otoño.

Las diferencias, sin embargo, ya existían desde el inicio de la invasión rusa. En febrero de 2022, como cuenta el periodista Simon Shuster en su recién publicado libro The Showman, Zelenski descartó preparar a su país para la guerra hasta el último momento, cuando Zaluzhni presionaba para ello porque daba por hecho que la guerra era inminente.

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