Praga cierra centro de refugiados ucranianos por exceder el límite

Praga cerrará uno de sus centros de acogida de refugiados de Ucrania para obligarles a trasladarse a otras regiones checas tras superar el límite de capacidad de acogida de la capital, anunció este lunes el alcalde de la metrópolis, el político del Partido Pirata, Zdenek Hrib.

El alcalde había dado un ultimátum al Gobierno checo para que presente antes del 17 de mayo un plan para la «redistribución equitativa» en todo el país de las personas que llegan huyendo de la agresión rusa en Ucrania, advirtiendo que de lo contrario se cerraría el centro de acogida.

“Entre Praga y otras regiones hay diferencias de hasta cuatro veces en el número de refugiados por cada mil habitantes”, dijo hoy Hrib, refiriéndose a la saturación de las capacidades de alojamiento para estos refugiados en Praga, donde familias y niños pernoctan en las estación estación

Varias ONG que ayudan a las personas que huyen de la guerra denuncian desde hace días las pésimas condiciones en los pasillos del importante nudo ferroviario.

Para aliviar la tensa situación, el pasado sábado se inauguró el primer campamento de refugiados, con una capacidad inicial de 150 camas, en el barrio capitalino de Troja.

En Praga hay actualmente 59,6 refugiados por cada 1.000 habitantes, por encima de Brno, la segunda ciudad más grande del país, con 43,9.

La República Checa, un país de 10,7 millones de habitantes, miembro de la Unión Europea y de la OTAN que ha concedido hasta ahora 320.000 visados ​​especiales a refugiados del país en guerra, tiene un reparto desigual de la ola migratoria.

Esta visa les permite residir allí hasta el 31 de marzo de 2023, y el Estado brinda asistencia de vivienda, seguro médico o acceso gratuito al mercado laboral a las personas que llegan huyendo de la agresión rusa.

De los que han llegado, el 85% son mujeres y niños, mientras que entre los adultos, las mujeres son tres veces más numerosas que los hombres, según datos del Ministerio del Interior checo.