Estos emuladores de los nazis, esperando su Nuremberg

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Sala de audiencias de Núremberg

Fueron seguidos en su rastro. Las huellas de sus cascos habían quedado en el camino. La baqueana fue la Misión Internacional Independiente para Esclarecer los Hechos sobre la República de Venezuela, que en 2019 recibió el mandato del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para investigar la comisión de crímenes de lesa humanidad en nuestro país. En el primer informe, publicado en 2020, la Misión asevera que estos crímenes sí ocurrieron, con conocimiento de «altas autoridades», pero que «no tomaron medidas para prevenirlos o reprimirlos». El segundo informe, presentado en 2021, destaca la falta de independencia judicial que contribuye a la impunidad absoluta de los delitos e impide que las víctimas busquen recursos legales y judiciales.

Es en el Tercer Informe, publicado el 20 de septiembre de este año 2022, que sale a la superficie la parte oculta del iceberg -o el gato sube a la batea, diríamos en lenguaje popular- al designar a Nicolás Maduro por su nombre y apellido. , miembros de la dirección del chavismo y directores de los servicios de inteligencia, como los principales autores de estos crímenes de lesa humanidad. Así lo confirma la Presidenta de la Misión de Naciones Unidas, Marta Valiñas, cuando dijo: “Este plan fue orquestado al más alto nivel político encabezado por el presidente Nicolás Maduro y apoyado por otras altas autoridades. y como comentas El Correo de Washington -un diario de estilo liberal- fueron la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que recibieron, con el apoyo de agentes de la Cuba castrista, la tarea de represión sistemática y de tortura que califica de «terribles castigos». El tercer informe de la misión de la ONU, citado por este diario, detalla las torturas aplicadas: “Violentas palizas con bates y objetos cortantes; descargas eléctricas en partes sensibles del cuerpo; asfixia con sustancias venenosas y agua; cortes y mutilaciones especialmente en las plantas de los pies y debajo de las uñas… violación con objetos; golpes y descargas eléctricas en los genitales; iluminación constante u oscuridad constante; calor extremo o frío extremo; alimentación forzada de heces y vómitos; y amenazas de muerte y amenazas de violación contra las víctimas y sus familias. El colmo del horror, de atrocidades inimaginables. Un profesor de derecho internacional y analista político de la talla de Adolfo P. Salgueiro, reflexiona: “… La intimidante y comprobada tortura en los calabozos de los organismos de seguridad con la particularidad de que por primera vez en un informe internacional, se menciona por sus nombre y apellido de los encargados de la cadena de mando cuyo vértice es precisamente Maduro y sus escalafones inmediatos, los generales Padrino, Hernández Dala y otros que así son identificados como posibles candidatos al banquillo en la Corte Penal Internacional cuando llegue el momento de la procedimiento adecuado”. Es tan grave la magnitud de las denuncias que se han presentado, que amigos del régimen venezolano, como el gobierno argentino y el presidente chileno Gabriel Boric, han exigido que «los expertos sigan investigando sobre el terreno» y que «el problema de Venezuela requiere atención».

Pero hay un segundo tema planteado en el tercer informe de la misión de la ONU, que no ha sido abordado en los dos anteriores: la situación de los derechos humanos en el arco minero del Orinoco y en otras zonas del estado Bolívar. À cet égard, le forum Droits de l’homme et responsabilité au Venezuela s’est tenu : conclusions du troisième rapport de la mission d’enquête internationale indépendante sur le Venezuela, auquel ont participé des défenseurs des droits de l’homme renommés et reconnus en el mundo entero. .

Marta Valiñas, presidenta de la misión de investigación, dijo que “las graves violaciones a los derechos humanos cometidas tanto por agentes estatales como por grupos criminales armados…existe una convivencia o tolerancia por parte de las autoridades del Estado frente a actos cometidos por delincuentes grupos armados » que ejercen control de facto sobre las minas y las poblaciones locales… hemos podido documentar algunos casos que demuestran dinámicas de violencia no solo dentro de los grupos armados criminales y el tipo de violencia que ejercen contra las poblaciones locales, sino también la dinámica entre estos grupos y los agentes estatales y miembros a nivel estatal.

Eumelys Moya, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, dijo que existe una especie de esclavitud moderna que se traduce en explotación laboral y explotación sexual. La primera -la del trabajo- se realiza en jornadas laborales de hasta 14 horas diarias en condiciones a veces infrahumanas; el segundo, sexual, es como un escape para que las familias sobrevivan.

Mercedes de Freitas, directora de Transparencia Venezuela, dijo que en el Arco Minero y localidades aledañas, la enorme red que opera en esta zona tiene “vínculos estrechos” con delincuentes internacionales y muchos altos funcionarios del gobierno, si la presencia de la Corporación Minera de Venezuela, empresas mayoritariamente estatales, Fuerza Armada Nacional, Dgcim, Sebin, etc.

Tamara Taraciuk, directora asociada para las Américas de Human Rights Watch, opinó que “también se debe hacer un monitoreo preventivo antes de las elecciones presidenciales previstas para 2024”, en lo que coincide con Marta Valiñas quien, en su presentación, dijo que la período preelectoral presidencial, la libertad de expresión y asociación, serían «temas en los que seguramente se concentraría la Misión».

Como sabemos, los crímenes de lesa humanidad no pueden prescribir, y por ello, como dice el título de estas líneas, en el régimen dictatorial que impera en Venezuela, está la presencia de esos emuladores del nazismo, a la espera de su Nuremberg.

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