¿Cuántos feminicidios hubo en 2022 en Argentina?

(CNN Español) — Este sábado 3 de junio el movimiento «Ni una menos» celebra un nuevo aniversario en Argentina. Ocho años después de la aparición de esta iniciativa de mujeres, que nació para denunciar que los feminicidios son el último eslabón de la cadena de la violencia de género y no delitos aislados, las cifras de feminicidios en el país, aunque disminuyen en los últimos cinco años, siguen siendo alarmante.

En 2022, la justicia argentina registró un feminicidio cada 35 horas, según datos publicados por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia.

Según el Registro Nacional de Femicidios que lleva la Audiencia Nacional, el año pasado se produjeron 252 muertes por violencia de género. Este número fue similar al de 2021, cuando hubo 251 víctimas.

Si tenemos en cuenta la evolución del padrón de 2017 a 2022, la cifra ha disminuido un 10,3%.

Marcha «Ni una menos» en Buenos Aires / Getty Images

La mayoría de los feminicidios, en casa

“Los feminicidios no son fenómenos aislados, no son los crímenes de un loco suelto, sino que son el último eslabón de la cadena de la violencia. Esta idea del asesino o del violador suelto en la calle es bastante irreal porque la mayoría de los feminicidios suceden dentro de las casas, donde se supone que las mujeres están más seguras”, explica Ingrid Beck, periodista y una de las organizadoras de “Ni Una Menos”.

Según el registro judicial, en 2022 en el 88% de los casos las víctimas directas de femicidio tenían una relación previa con el agresor. En el 59% de los feminicidios, la persona que cometió el delito era pareja, expareja, o tenía algún otro tipo de relación afectivo-sexual con la víctima, dice la Oficina de la Mujer. En el 13% de los casos, el feminicida fue un familiar de la víctima y en el 16% tenían otro tipo de relación. Entre las víctimas y los perpetradores que se conocían, el 42% vivían juntos en el momento del crimen. Como se puede apreciar en los autos judiciales, del informe solo el 5% no tenía relación previa.

Ley Micaela, una deuda impaga

Las organizaciones que apoyan la lucha del colectivo “Ni una menos” destacan los avances en la lucha por visibilizar la violencia contra las mujeres y feminidades, pero también destacan todo lo que queda por hacer.

Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro, asegura que entre los temas pendientes están “la inclusión de la perspectiva de género en los concursos para cargos en el poder judicial, ejecutivo y legislativo, la creación de foros especializados en violencia de género en la de Justicia y la consecuente creación de juzgados específicos en todas las jurisdicciones del país y sistemas de trabajo de 24 horas”.perspectiva de género para mujeres en situación de violencia”.

Este es uno de los puntos clave de las reivindicaciones que aún sostiene el colectivo “Ni una menos”. Según cifras judiciales, de los casos de feminicidio denunciados, casi cuatro de cada 10 casos tenían antecedentes de violencia de género. En al menos 38 casos de feminicidio hubo denuncias formales contra los agresores y en 58 casos se revelaron hechos previos de violencia de género que no habían sido denunciados formalmente. Al menos 14 víctimas tenían medidas de protección en curso y siete tenían medidas de protección vencidas.

En Argentina existe desde 2019 la llamada ley Micaela, que establece “capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en todos los niveles y jerarquías”. La importancia de la implementación de esta ley surge en un contexto donde el acompañamiento de la justicia a las víctimas de violencia de género es clave para la prevención de los feminicidios.

Marcha «Ni una menos» en Buenos Aires / Getty Images

El 3 de junio, nueva convocatoria de “Ni una menos”

Este 3 de junio, asociaciones civiles, organizaciones y mujeres de todo el país se dan cita en distintas ciudades para movilizarse a favor de las consignas de “Ni una menos”.

“En cada informe tratamos de entender el camino para erradicar la violencia de género, recordando que es multicausal, ligada a las diferentes situaciones en las que se encuentran quienes la viven, por lo que su abordaje debe ser integral, multidisciplinario y federal”. comenta Ada Rico.

“Sin embargo, las medidas tomadas hasta el momento no son suficientes y aunque estamos viendo cambios en el tratamiento de las mismas, la transformación va muy lentamente. Desde la sociedad civil exigimos al Estado en sus tres poderes que también garantice la implementación efectiva de las políticas públicas. contra la violencia de género, profundizando las campañas de prevención asistencial, rentabilizando los programas de apoyo anunciados para mujeres y travestis”, concluye la presidenta de la Casa del Encuentro.