¿Quién los mata?
Durante un año, Henry Castellanos, alias Romaña; Seuxis Pausias Hernández Solarte, alias Jesús Santrich, y Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias el Paisa, ejecutivos de Nueva Marquetalia. Hace menos de dos meses falleció Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, líder del décimo frente de las FARC. Todos estos líderes de lo que el gobierno vecino tilda de Tancol (terroristas, asesinos y narcotraficantes colombianos) están muertos por derecho propio y en territorio venezolano.
El sábado anterior, a primera hora de la mañana, se presumió la muerte de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, en una zona boscosa cercana a Puerto Ayacucho, Colombia, en la confluencia de los ríos Orinoco y Negro, frente a Puerto Páez, fronterizo con los estados de Bolívar y Amazonia, Venezuela. Informes recientes del hermano país sitúan el asesinato de Márquez a unos 25 kilómetros de El Callao, cerca de la frontera con Guyana y el rumor más reciente dice que resultó gravemente herido en el ataque y que se recupera en un hospital.
Opinión pública y mercenarios
La opinión pública, de la mano de algunos medios, ha aceptado que se trata de una represalia entre las secesiones de Duarte y Márquez. Puede ser. Intentaron pactar una alianza, pero Duarte no reconoció el prestigio de Márquez y terminaron con un enfrentamiento entre ambos. Todo se debe, según la prensa oficial, a la disputa territorial por las rutas del narcotráfico, la minería ilegal y sus ricas ganancias.
Con el sonado atentado en Angostura, Ecuador, en marzo de 2008, es legítimo preguntarse si existe un plan secreto para neutralizar a los capos de la droga, especialmente cuando están en el territorio vecino: Santrich en la Serranía de Perijá en mayo. 17 de 2021, Romaña y Paisa en Elorza el 5 y 6 de diciembre de 2021, Gentil Duarte en Zulia el 24 de mayo de 2022 e Iván Márquez en Puerto Páez. Para algunos especuladores, serían unidades especiales de nuestro ejército las que habrían refinado sus tácticas y técnicas para neutralizar no solo a los líderes de estas organizaciones ilegales. Están por ejemplo Mayimbú, Johnier, Cabuyo, Otoniel y otros. Se cree que las unidades militares de alto secreto, así como la policía y los agentes estadounidenses, están operando sistemáticamente al otro lado de la frontera. Siguen siendo significativos los «silencios de Duque», como han bautizado algunos blogueros a su columna, a los que se suma el más reciente reconocimiento del presidente al general Zapateiro, militar de las fuerzas especiales y gran líder institucional. Algunos empresarios privados se adhieren incondicionalmente a este supuesto, aunque El Callao se encuentra en el corazón oriental de Venezuela, lo que presenta una gran dificultad logística.
Otra teoría es la de los mercenarios. Dada la precaria situación de seguridad en los estados fronterizos de Venezuela con Colombia y las jugosas recompensas (3.000 millones de pesos para Márquez, Romaña y el Paisa y 4.000 millones para Duarte), es legítimo especular sobre los excomandos militares de ambos bandos, trabajando juntos por un premio en efectivo. Tales «perros de guerra» habrían venido de algún lugar de la frontera y la información se habría obtenido de fuentes técnicas y humanas norteamericanas que, como todos sabemos, excepto Petro, hasta ahora son permanentes en estas áreas. Los montos ofrecidos por los líderes de las bandas criminales, incluidos los del ELN, son suficientemente atractivos para cualquier cazarrecompensas.
Miraflores en el escenario
Sin descartar traiciones dentro del narcofarc, hay quienes sostienen que esta serie de víctimas en tan poco tiempo resulta sospechosa y que es muy probable que estos capos fueran “sacados de circulación” por los jefes políticos de Venezuela. , neutralizarlos o cambiar su identidad y reubicarlos para bajar su perfil, especialmente si son líderes del narcotráfico. Muchos rumores han circulado sobre Santrich, quien supuestamente vive en un apartamento en el barrio 23 de Enero con estrecha protección de grupos en esa zona. Aún está por verse. Aunque declaraciones recientes del presidente Alejandro Giammattei de Guatemala parecen estar de acuerdo con esta venenosa teoría.
En la comunidad de inteligencia se dice que el posible sucesor de alias Márquez sería José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza, reclutador de niños y creador de las “columnas móviles” o José Aldinever Sierra Sabogal, alias Zarco Aldinever. Aun así, alias Iván Mordisco, segundo alias Gentil Duarte, podría estar detrás de la muerte de alias Iván Márquez y buscaría la unión de estas dos facciones de Faria.
Y sigue en el tintero el caso del ELN y otras bandas de narcotraficantes organizadas como el Clan del Golfo, Los Pelusos, Los Caparros, etc. todas vinculadas a emisarios mexicanos y europeos. La mesa está servida.
