El canto lírico tendrá una plataforma profesional y educativa en la Ópera Teresa Carreño

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Ópera Teresa Carreño
Las audiciones se realizaron en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño | Ramsés Romero

Los días 4 y 5 de abril hubo mucho movimiento en el Teatro Teresa Carreño. Personas de diferentes edades, desde los 20 a los 60 años, se juntaron para hacer fila en sillas dispuestas en los espacios abiertos del complejo cultural. No fue para comprar boletos, sino para participar en la audición de ópera de Teresa Carreño, proyecto con el que el teatro busca establecer una plataforma para el desarrollo y promoción de los cantantes de ópera venezolanos.

Hay nervios entre los que vienen a la audición. En los pasillos de Teresa Carreño, los próximos a audicionar hacen ejercicios de respiración y expresión corporal. También conversan antes de ingresar al imponente salón Ríos Reyna, donde se puede ver, en los parterres, una mesa preparada para el jurado conformado por los directores de la ópera: Irvin Peña, director ejecutivo del proyecto y del teatro; Isabel Palacios, directora artística y académica; Miguel Isa, director; Elisa Vegas, directora musical y el profesor Carlos Urbaneja como invitado. A varios metros de distancia, un colosal escenario donde se ha colocado una estatua y un cuadro como telón de fondo para apoyar la actuación de cada cantante.

“Decidimos hacer una plataforma de desarrollo que nos permitiera profesionalizar, promocionar, incluir a nuestros cantantes líricos, que puedan desempeñar papeles protagónicos, tener una especie de compañía lírica”, explica Irvin Peña, antes de asumir como jurado. “Primero empezamos a dibujar un retrato de lo que hay, un diagnóstico de lo que tenemos a nivel vocal. Por eso la convocatoria a estas audiencias nacionales”, agregó.

De unos 90 participantes, se han seleccionado unos 60. Aún no se ha fijado una fecha para la primera presentación, pero podría ser a mediados de año, informó el teatro. Miguel Issa anunció este sábado en su cuenta de Instagram que este fin de semana comenzó un taller de interpretación a cargo de Isabel Palacios.

Alrededor de 90 personas participaron en las audiciones | Ramsés Romero

Las audiciones han despertado el interés de cantantes caraqueños como de dentro e incluso de fuera del país: en este caso, el participante ha enviado un video que ha sido evaluado por el jurado y se considerará que asiste. un cara a cara. audiencia presencial. Lo mismo se aplicaba a las personas de otras ciudades del país que no podían venir a Caracas.

En función del diagnóstico se decidirá quién puede integrarse en el coro Teresa Carreño y quién será solista. “Nosotros manejamos un número de 20 a 25 personas como solistas, puede aumentar o disminuir, dependiendo de lo que encontremos en el proceso de audición”, dijo Peña.

Una vez finalizado este proceso, hay un trabajo de mejora técnica, vocal, escénica y luego la posibilidad de aumentar el número de presentaciones de grandes títulos. “No es una escuela formal, pero va a haber un proceso de refuerzo académico, por eso tenemos a nuestra directora artística y académica, Isabel Palacios. También se invitará a profesores externos para dar talleres específicos, clases magistrales”.

Ríos Reyna fue elegido como sede de las audiciones, que consistían en interpretar una o dos arias, porque “es nuestro escenario principal, en el que tienen que proyectar su voz en condiciones naturales, como en una presentación. Es tener una referencia lo más cercana posible a cuando tenemos a estos cantantes en papeles protagónicos”.

Los cantantes de la ópera Teresa Carreño formarán parte de la nómina del teatro, por lo que sus pagos correrán a cargo del Estado, sin embargo, la institución busca financiamiento del sector público y privado. “El tema económico viene de un proceso de establecimiento en este momento. Introducimos diferentes estrategias para lograr condiciones de trabajo dignas. Actualmente se les ofrece una oferta económica de acuerdo con nuestras fichas dentro del teatro, pero serán parte de nuestro staff”, explicó Peña.

Isabel Palacios es la directora artística y académica de la Ópera Teresa Carreño | Ramsés Romero

El programa, dijo, será flexible en términos de tiempo. En otras palabras, no los absorberá a tiempo completo. “Estamos recibiendo voluntades, gente del sector público y privado interesada en apoyar el proceso para los requerimientos que tenemos en cuanto a capacitación, los maestros que necesitamos, y también en el proceso de montaje y por supuesto cómo pueden tener una compensación adicional según las presentaciones.

Isabel Palacios, quien llegó a la dirección artística de la Ópera Teresa Carreño por invitación de Irvin Peña, siente una gran responsabilidad al aportar su vasto conocimiento del canto operístico al proyecto. “Es una experiencia que aporto tanto a lo que se debe como a lo que no se debe hacer para que esto avance. Hay mucho entusiasmo, mucha necesidad de este proyecto”, dijo el fundador de la Camerata de Caracas.

Explicó que la ópera será una plataforma de formación y difusión, donde el artista tendrá un espacio para trabajar la disciplina en el día a día. “El cantor, como es un órgano que trabaja con su respiración y sus cuerdas vocales, debe seguir entrenando, como un atleta. Ninguna gran figura se puede dormir, si te duermes, pierdes. El entrenamiento de plataforma debe ser permanente. Sobre esto se han montado proyectos, óperas, espectáculos musicales, porque el canto tiene muchas facetas”.

Ha habido muchas iniciativas para la ópera antes, dice Palacios, quien recuerda los orígenes con el Teatro de la Zarzuela, así como con la propia Camerata de Caracas y escuelas en localidades del interior como San Cristóbal, Barquisimeto o La Victoria. “Gente que hace ópera. Es bueno darse cuenta de que con todos los pasos en falso, van a por ello. Y conozco estas iniciativas, las respeto, admiro a muchas de ellas”. Sin embargo, señala, ha habido cierta frustración porque no es posible lograr que los estudiantes mantengan la práctica; entrenan, pero necesitan el escenario, ensuciarse las manos con las actuaciones, saber lo que es llevar una peluca o un disfraz que puede resultar incómodo. «Es parte de este trabajo», dice.

Miguel Issa, que fue gestor cultural del Teresa Carreño, recuerda que entre los años 80 y 90 hubo un centro de formación operística en el teatro. Cuando era director pretendía crear algo similar, pero no se dieron las condiciones por falta de apoyo, porque, explica, había una especie de prejuicio hacia el arte lírico y la idea del eurocentrismo. En ese momento se produjeron varios títulos importantes, pero los espacios de formación o preparación no prosperaron. “Tengo la impresión de que este consejo tiene muchas ganas de que se desarrolle la ópera y el ballet. El arte lírico ha estado muy descuidado últimamente. Los cantores, los que logran cantar, cumplen dos funciones, los inicios y las despedidas. No hay posibilidad de desarrollar músculo como actor”, dijo.

Miguel Issa, director de la Ópera Teresa Carreño | Ramsés Romero

En el país hay un concepto, explica, en el que se cree que se deben hacer pocas funciones porque no va a asistir público. Para Issa, lo ideal es planificar temporadas, como en los grandes teatros del mundo. Es tu amado sueño. Insiste: “Supongo que si hay oferta habrá una audiencia. Se trata, como en otros teatros, de buscar al público, de reeducarlo, de generar estrategias para que esté presente. Por ejemplo, si vamos a hacer bruto, bueno, no es solo la ópera, es la película, la exhibición, cómo ven la ópera a través de las redes sociales. Entender el momento de que venga el público”.

Ópera Teresa Carreño es, para Issa, un reconocimiento al canto lírico venezolano, a los maestros, a los intérpretes. “Necesitamos reconocer el esfuerzo y la experiencia de todos los que han intentado hacer cosas similares, con acierto, con error. Es un sueño hecho realidad. El hecho de que estemos audicionando para mí ya es un gran paso”, dijo el gestor cultural, quien espera que su experiencia contribuya a la formación de jóvenes cantantes y directores.

Mientras que la directora musical Elisa Vegas trabajará con los demás miembros de la junta para gestionar la programación, la selección de orquestas y las estrategias musicales para buscar mejoras dentro del elenco. “La creación de la Ópera Teresa Carreño es una señal de que nuestro país va por buen camino. Es querer que las artes y la cultura sean cada vez más estables y que tengamos espacios para tantos artistas que lo necesitan”.

“Significa también que nuestro Teatro Teresa Carreño, que hoy está más hermoso que nunca, está dando pasos importantes para entender que es la gran casa de las artes”, agregó.

Elisa Vegas, directora musical de la Ópera Teresa Carreño | Ramsés Romero

Entre los asistentes a las audiciones se encontraba el bajo-barítono Álvaro Carrillo, quien tiene una amplia experiencia con personajes como Escamillo en carmen o Don Basilio de el barbero de sevilla. La intérprete considera que el proyecto de Teresa Carreño es una gran oportunidad porque desde hace al menos 15 años el canto operístico no ha tenido prácticamente ninguno.

“No había compañía de ópera, hubo un experimento cuando yo empecé, con Memorias de apariciones de Isabel Palacios, con magníficos resultados. Experiencias como estas, que son tanto profesionales como educativas, son necesarias en todos los lugares del mundo donde la ópera se realiza con seriedad”, dijo.

Carrillo, que aprendió a cantar por su cuenta, señala que también se necesitan empresas estables para que los jóvenes cantantes se formen y no salgan directamente de un aula para convertirse en profesionales. “Algo curioso está pasando en Venezuela. Nosotros en la ópera tenemos las condiciones más duras imaginables, es decir, no hay tradición operística en el país, pero cuando estamos en el escenario, el público espera escuchar en el primer nivel. El público lo merece, no hay excusa para negarlo. Por eso la importancia de capacitarse con programas como estos”.

Álvaro Carrillo, uno de los participantes en las audiciones, tiene experiencia previa en obras como El barbero de Sevilla o Carmen | Ramsés Romero

Keidy Márquez llegó desde Maracay para participar en la audición. Integrante de Polifonía UCNA y profesora de canto a punto de jubilarse, llenó el formulario para audicionar sin esperar. La experiencia de participar la hace feliz. “Ya he ido al Ríos Reyna, a cantar en un coro, pero como solista imagínate, ya es un gran paso, sería maravilloso para mí”.

Helio Pineda, de 23 años, también lo ve como un experimento, se quede o no. “Es importante porque aunque es una oportunidad, es una experiencia única poder formar parte de esta audición”, dijo la joven valenciana, dirigida por Isabel Palacios en 2019 en el viaje, en el que formó parte del coro.

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