Desmienten que una ciudad en Irán esté controlada por manifestantes

Irán
Una mujer se corta el pelo durante una manifestación en apoyo de Mahsa Amini frente a la embajada iraní en Bruselas, el 23 de septiembre de 2022. Foto: Kenzo TRIBOUILLARD / AFP

Las autoridades judiciales iraníes negaron este sábado que la ciudad de Oshnavieh cayera en poder de «alborotadores» que protestan por el caso de la joven Mahsa Amini -que murió tras ser detenida por no llevar el velo islámico- durante unas manifestaciones en las que ya han participado 35 personas. murió.

“La ciudad está completamente bajo el control de las fuerzas policiales y la situación es completamente normal”, informó la agencia judicial de noticias Mizan.

Mizan también negó que los manifestantes atacaran la prisión de Oshnavieh, ubicada en el este de Irán y en la frontera con Irak, y liberó a los prisioneros.

En los últimos días se han producido violentos enfrentamientos en esta ciudad, con ataques incluso contra “la sede de tres basijis” (voluntarios islámicos).

Por su parte, la agencia Fars informa que anoche 500 «alborotadores» armados incendiaron dos bancos y una tienda en Oshnavieh.

Incluso tomaron el control de una mezquita, desde donde emiten «himnos de grupos terroristas», según Fars, cercano a la Guardia Revolucionaria.

“Hoy todo está en calma y las escuelas han abierto en Oshnavieh”, dijo Fars.

Irán vive desde hace ocho días protestas por la muerte de Amini, que se han extendido por todo el país, provocando violentos enfrentamientos con las autoridades.

La televisión estatal iraní elevó a 35 el número de muertos en las protestas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.

Situación en Irán

presidente iraní, Ebrahim RaisiDijo este sábado que hay que «actuar con decisión contra quienes se oponen a la seguridad y tranquilidad del país».

Amini fue arrestada el martes de la semana pasada por la llamada policía moral en Teherán, donde estaba de visita. Fue trasladada a una comisaría para seguir «una hora de rehabilitación» por el uso incorrecto del velo.

Murió tres días después en un hospital al que llegó en coma tras sufrir un infarto, que las autoridades atribuyeron a problemas de salud, que la familia desestimó.

Su muerte logró galvanizar a miles de iraníes con dolor y empatía, a diferencia de otras ocasiones en que las protestas se redujeron a grupos sociales fragmentados movilizados por la economía.

El periodismo independiente necesita el apoyo de sus lectores para seguir adelante y asegurarse de que las noticias incómodas que no quieren que lea permanezcan a su alcance. ¡Hoy, con su apoyo, seguiremos trabajando duro por un periodismo libre de censura!

Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo