¿Puede Estados Unidos usar su ejército contra los cárteles de la droga en México?

(CNN Español) — El senador republicano Lindsey Graham desató la polémica esta semana al sugerir, tras el secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, que militares de su país intervengan en México para combatir a los cárteles de la droga, a los que quiere calificar de organizaciones terroristas. ¿Puede Estados Unidos hacer esto?

Aunque las autoridades no han nombrado públicamente a ningún sospechoso en el secuestro en el que murieron dos de los cuatro estadounidenses, el Cartel del Golfo, que se cree que es responsable del incidente, emitió una carta de disculpa el jueves y el grupo entregó a cinco de sus miembros a locales. autoridades, según imágenes que circulan en línea y una versión de la carta obtenida por CNN de un funcionario con conocimiento de la investigación en curso.

(CNN no puede confirmar la autenticidad de las fotos y ha pedido comentarios a las autoridades estadounidenses y mexicanas).

Con el accionar de los cárteles y la crisis del fentanilo como telón de fondo, Graham, de Carolina del Sur, abogó por la designación de estas organizaciones como terroristas (decisión que no corresponde al Congreso, sino al poder ejecutivo) y porque ‘autorizan la militar de los Estados Unidos «para tratar con organizaciones terroristas extranjeras como esta». “Espero que podamos hacerlo con otros países donde los haya, pero si tenemos que hacerlo solos, lo haremos”, dijo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó rotundamente la respuesta durante una conferencia de prensa. “No vamos a permitir que ningún gobierno extranjero intervenga y mucho menos que las fuerzas armadas de un gobierno extranjero intervengan en nuestro territorio”, dijo el mandatario mexicano.

¿Qué dice la ley?

Artiuro Sarukhán, exembajador de México en Estados Unidos, descartó rotundamente la propuesta del senador republicano, que dijo violaba las reglas y tampoco sería efectiva.

«Lo que no es grave es la idea de que Estados Unidos actúe unilateralmente en México, porque de entrada va en contra del derecho internacional y del paradigma de la responsabilidad compartida que debe ser la columna vertebral de nuestra actuación diplomática. Es absurdo en principio, es contraproducente”, dijo en una entrevista con CNN en Español.

Pero además, afirmó, tal plan «no va a mover la aguja de manera significativa». “Por eso la propia Casa Blanca ya ha dicho que no tiene intención de designar a los grupos criminales como organizaciones terroristas, porque eso no sumará mucho a lo que ya se está haciendo”, declaró. El verdadero cambio, dijo, sería que se fortalezca la «capacidad real de México para enfrentar a estos grupos criminales».

“Eso es lo que va a impactar, no la militarización ni el uso de instrumentos militares para combatir a grupos que son todo menos grupos terroristas, aunque usen la violencia para intimidar”, dijo y agrega.

Gerónimo Gutiérrez, otro de los exembajadores de México en Estados Unidos, también se opuso. “Hay mucho por hacer, pero no es la herramienta adecuada para resolver los problemas que tienen en común Estados Unidos y México en materia de seguridad. Hay otras que, desde mi punto de vista, son más efectivas y además a ser políticamente viable», dijo en una entrevista con CNN en Español.

Consideró que en momentos de tensión “lo que se suele favorecer son las posiciones extremas, ya sea del lado de México o de Estados Unidos, y eso no ayuda a ninguno de los dos países”.

Ambos han enfatizado los usos políticos de la crisis de las drogas. Al respecto, Sarukhán dijo que si bien el tema del fentanilo lleva meses “creciendo”, con mayores exigencias al gobierno de Estados Unidos que al de México, en la actualidad se generó una “tormenta perfecta” de tres factores. “Uno, porque hay un grupo de republicanos en la Cámara y el Senado que se han dado cuenta que con esto, por un lado, pueden acusar al presidente (Joe) Biden de ser débil en materia de seguridad nacional en la frontera con México”, explicó. En segundo lugar, puede generar ingresos para ellos en el camino hacia las elecciones de 2024, y en tercer lugar, el hecho de que las autoridades de la DEA y la fiscalía hayan enfatizado en comparecencias ante el Congreso que «consideran que México no está trabajando con Estados Unidos en cómo debe tratar con la epidemia de abuso de opiáceos, incluido el fentanilo en los Estados Unidos».

Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo